Ruta por las ermitas de Sagunto: Historia y encantoErmitas de Sagunto

Sagunto, una ciudad con una rica historia y patrimonio, alberga una serie de ermitas que forman parte de su identidad cultural y religiosa. Estas pequeñas capillas, algunas con siglos de antigüedad, se encuentran repartidas entre su casco histórico y las montañas cercanas. Muchas de ellas han sido restauradas para recuperar su esplendor original.

Este recorrido por las ermitas de Sagunto permitirá conocer su historia, arquitectura y el valor que tienen dentro de la comunidad. Desde la emblemática Ermita de la Sangre hasta la única ermita dedicada a la Virgen de la Medalla Milagrosa en la Comunidad Valenciana, cada una de ellas guarda una historia fascinante.

Las ermitas de Sagunto y su importancia

En Sagunto se pueden encontrar nueve ermitas, siete de ellas dentro del casco urbano y dos ubicadas en montañas cercanas. Gracias a diversos proyectos de restauración, muchas de estas construcciones han recuperado sus colores originales y elementos decorativos de época barroca.

En general, estas ermitas solo abren al público en el día de la festividad de su santo. Sin embargo, cada una cuenta con pequeñas mirillas en la puerta para que los visitantes puedan observar su interior en cualquier momento.

Principales ermitas de Sagunto

Ermita de la Sangre

La Ermita de la Sangre es una de las más importantes de Sagunto, tanto por su tamaño como por su valor histórico. Situada en la calle Sang Nova, cerca del castillo, este edificio barroco data del siglo XVII.

Destaca por su fachada con un gran frontón rematado con una espadaña que contiene una campana. En el interior, sobresalen los frescos de su cúpula, que representan escenas de la Pasión de Cristo. Además, alberga las imágenes procesionales de la Semana Santa saguntina.

La ermita es sede de la Cofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, cuyos ritos procesionales han sido conservados durante siglos. Cada Viernes Santo se realiza aquí un impresionante Vía Crucis hasta el Calvario.

Ermita de San Miguel

Construida en el siglo XVIII, la Ermita de San Miguel es única por su planta ovalada, algo poco común en este tipo de edificaciones. Su interior conserva cerámica original y su fachada ha recuperado la policromía decorativa descubierta en 2012.

Sobre la puerta, se encuentra una inscripción en piedra con una frase que alude a la protección del santo contra el mal: “Desta puerta los umbrales no puede pasar Luzbel porque dentro está Miguel. 1746”.

Ermita del Buen Suceso

Ubicada en el barrio de Santa Anna, esta ermita fue construida a finales del siglo XIX gracias a la iniciativa de los vecinos. Destaca por su diminuta cúpula y una espadaña de arco gótico decorada con azulejos verdes.

Según la tradición, la imagen de la Virgen del Buen Suceso llegó a Sagunto flotando en el mar, sin hundirse. La comunidad organizó una procesión para llevar la imagen al pueblo y, en su honor, se construyó esta ermita.

Ermita de la Soledad

Situada en la ladera del castillo, cerca del teatro romano, esta ermita forma parte del recorrido del Calvario de Sagunto, donde cada Viernes Santo se escenifica la Pasión de Cristo.

Su estructura presenta una cornisa barroca y tres hornacinas con retablos cerámicos de las últimas estaciones del Vía Crucis. Desde su ubicación, se puede disfrutar de una vista panorámica del paisaje saguntino.

Ermita de los Dolores

Es una construcción sencilla, con una gran espadaña barroca que la distingue de las casas que la rodean. La entrada es un arco de medio punto con una mirilla ovalada en uno de sus postigos.

En su interior, además de su altar con un retablo de la Dolorosa, se pueden apreciar detalles decorativos que reflejan la devoción de los vecinos de la zona.

Ermita de San Roque y los Desamparados

Fundada en 1647 como agradecimiento por haber librado a la ciudad de la peste, esta ermita se amplió en 1797 para incorporar el culto a la Virgen de los Desamparados.

Posee una espadilla central en su techado y su interior está ricamente decorado, con un nicho principal que alberga la imagen de la Virgen y una hornacina inferior con la figura de San Roque.

Ermita de San Cristóbal

Ubicada en la cima de un cerro a 81 metros sobre el nivel del mar, la Ermita de San Cristóbal es la más antigua de la comarca, construida en el siglo XIII.

Durante la peste de 1647 y la epidemia de cólera de 1885, esta ermita se utilizó como hospital improvisado. En la década de 1960, se encontraba en ruinas hasta que la Cofradía de Chóferes de San Cristóbal la restauró.

Cada año, en julio, se celebra una romería con coches y camiones que recorren la ciudad tocando el claxon antes de llevar la imagen del santo a la Iglesia de Santa María.

Ermita de la Virgen de la Medalla Milagrosa

Situada en el Monte Picayo, a 385 metros de altura, es la única ermita en la Comunidad Valenciana dedicada a la Virgen de la Medalla Milagrosa.

Desde hace casi 30 años, un vecino de Manises se encarga de cuidar el santuario y abrir sus puertas cada domingo para los fieles y turistas.

Las ermitas de Sagunto representan una parte fundamental del patrimonio de la ciudad, tanto desde el punto de vista arquitectónico como religioso. A través de ellas, es posible conocer la historia y tradiciones locales, además de disfrutar de impresionantes vistas y momentos de recogimiento. Cada una de estas capillas cuenta con una identidad única, algunas ligadas a leyendas, otras con un papel destacado en festividades religiosas. Con sus recientes restauraciones, se mantienen como un testimonio vivo del pasado, accesible para las futuras generaciones.